Sobre la raza

El Bulldog Francés es un perro encantador, es el centro de atención a donde quiera que se encuentre, además de simpático y alegre, es muy activo, le encantan los niños y las personas. Tiende a roncar, en algunos casos no sabe nadar, está lleno de sorpresas; sigue leyendo y te contaremos más acerca de esta raza, sus características y cuidados.

HISTORIA

La historia nos da a entender que los antecedentes del Bulldog Francés se centran en su primo el Bulldog Inglés y otras razas creadas para hostigar toros.

Cuando desaparecieron estas prácticas, los Bulldog Ingleses se fueron domesticando, transformándose en  perros de compañía, dando inicio a los cruces con otras razas, como los mastines, doguillos, terriers y pugs, dando como resultado  un Bulldog más pequeño.

En esa época, estos animalitos también se utilizaban como perros de compañía de carniceros, cortesanas y tejedoras, además mantenían los hogares y negocios libres de roedores después de la jornada.

Con la llegada de la Revolución Industrial, muchos ciudadanos migraron a Francia llevándose con ellos a sus mascotas. 

Desde entonces el Bulldog Francés destacó con sus múltiples cualidades entre nobles, artistas, comerciantes, cocheros… todos querían tener uno.

Según la FCI:

Desciende probablemente, como todos los mastines, de los Molosoides de Epire y del Imperio Romano, pariente del Bulldog de Gran Bretaña, de los Alanos de la Edad Media, y de los dogos y doguillos de Francia, el dogo que nosotros conocemos es el producto de diferentes cruces que efectuaron los criadores apasionados de los barrios populares de París en la década de 1880. En esa época era el compañero de los trabajadores del mercado central de París – carniceros, cocheros – pero supo muy pronto conquistar la alta sociedad y el mundo de los artistas por su físico particular y su carácter. Así pues, se propagó rápidamente. El primer club de esta raza se fundó en 1880 en París.

El primer registro de inscripción data de 1885, y el primer estándar se estableció en 1898, año en el cual la Société Centrale Canine reconoció la raza del Bulldog Francés. El primer Bulldog francés fue exhibido a partir de 1887. El estándar fue modificado en 1931, 1932 y 1948. Fue reformulado en 1986 por H.F. Réant con la colaboración de R. Triquet (publicación de la F.I de 1987), luego en 1994 por Violette Guillon (Publicación FCI de 1995) y en 2012 por el Comité del Bulldog Francés.

Apariencia

Es del tipo de un molosoide de tamaño pequeño. Un perro robusto para su pequeño tamaño, corto, rechoncho, compacto en todas sus proporciones. De pelo corto con nariz respingada, orejas erguidas y cola naturalmente corta. Debe tener la apariencia de un perro activo, inteligente, muy musculoso, de construcción compacta con  estructura ósea sólida. Ningún punto debe ser exagerado con respecto a los otros, que pudiera destruir la armonía general del perro en apariencia y en movimiento.

Pelo: Liso, apretado, brillante y suave, sin sub-pelo.
Color: Leonado, atigrado o no, con o sin manchas blancas.

Manto sin manchas blancas:

Atigrado: Manto leonado moderadamente marcado con marcas transversales atigradas oscuras dándole un efecto de “rayas de tigre”, el manto fuertemente atigrado no debe ocultar el fondo leonado. Puede presentarse con una máscara negra. Manchas
blancas moderadas son admitidas.

Leonado: manto de color sólido, desde el leonado claro al oscuro, a veces presentando un tono más atenuado en las partes inclinadas, con o sin máscara negra, aunque son preferibles los ejemplares con máscara. A veces acompañado de manchas blancas  moderadas.

Mantos con manchas blancas:

Atigrado con manchas blancas moderadas o muy extendidas:
Llamadas “pied” o “caille”, las manchas se distribuyen idealmente por todo el cuerpo del perro. Algunas manchas en la piel se admiten.

Leonado con manchas blancas moderadas o muy extendidas:
Llamadas “leonado y blanco”, las manchas se distribuirán idealmente en todo el cuerpo del perro. Se toleran algunas
manchas en la piel.
La nariz es siempre negra en todos los colores de manto, nunca marrón o azul. Los ejemplares completamente blancos, siempre
y cuando la trufa y los bordes de los párpados sean negros, son
admitidos pero no buscados por el riesgo de sordera.

Estándar-FCI N° 101

Estándar de la raza​

CABEZA: Debe ser fuerte, ancha y cuadrada, cubierta por piel, que forma pliegues y arrugas simétricas sin exceso.

REGIÓN CRANEAL:
Cráneo: Ancho, casi plano entre las orejas; frente abovedada. Los arcos superciliares son prominentes y están separados por un surco particularmente pronunciado entre los ojos. El surco no debe prolongarse hasta el cráneo. La protuberancia occipital externa es apenas desarrollada.
Depresión naso-frontal (Stop): Pronunciada.

REGIÓN FACIAL: La cabeza del Bulldog se caracteriza por una contracción del macizo maxilo-nasal, así como por una inclinación entre leve y moderada de la nariz hacia atrás. La nariz es ligeramente más alta en su extremidad (nariz respingada).

Nariz: Negra, ancha, respingada con narinas bien abiertas y simétricas e inclinadas hacia atrás. La inclinación de las narinas, así como la nariz respingada, deben, sin embargo, permitir, una respiración nasal normal.

Hocico: Muy corto, ancho y con pliegues concéntricamente simétricos.

Labios: Gruesos, un poco flojos, de color negro. El labio superior se une al inferior en el centro cubriendo completamente los dientes. El perfil del labio superior es descendiente y redondeado. La lengua nunca debe estar visible cuando el perro está en reposo.

Mandíbulas: Son anchas y poderosas. La mandíbula inferior se proyecta por delante de la superior curvándose hacia arriba. El arco de los incisivos inferiores es redondeado. Las mandíbulas no deben presentar desviación lateral o torsión. La separación de las arcadas incisivas no está estrictamente delimitada, la condición esencial es que el labio superior y el inferior se unan para cubrir completamente los dientes. Los incisivos inferiores se encuentran por delante de los superiores. Los Incisivos y caninos son suficientemente desarrollados. Es deseable dentadura completa.

Mejillas: Bien desarrolladas.

OJOS: Claramente visibles, de expresión vivaz, implantación baja, bastantes alejados de la trufa y de las orejas, de color oscuro, más bien grandes, redondeados y sin mostrar ningún trazo de blanco (esclerótica) cuando el perro mira hacia delante. El borde de los párpados debe ser negro.

OREJAS: De tamaño medio, anchas en la base y redondeadas en las puntas. De implantación alta en la cabeza, pero no muy juntas una a la otra, de porte erecto. El pabellón abierto hacia delante. La piel debe ser fina y suave al tacto.

FCI-St. N° 101 / 29.09.2015

Nuestros ejemplares

Actualmente contamos con los siguientes ejemplares:

Referencias de Muestra Crianza